Un viaje emocionante hacia la “marcha de las letras”

¡Buenas a todos/as! 

Volvemos con vosotros para ofreceros un nuevo post en nuestro blog. En este caso, trataremos el tema de las situaciones de aprendizaje centradas en la música. ¿Cómo la llevaremos a cabo? Hemos elegido una canción infantil que consideramos útil para el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado en la etapa de Educación Infantil y, a partir de ella, desarrollamos todo lo concerniente a la situación, como los objetivos y las actividades.

La situación de aprendizaje se basa en la canción “La marcha de las letras”, que trata el tema de las vocales y su aprendizaje. Gracias a esta canción, los infantes son capaces de conocerlas de una forma más lúdica, sin dejar de lado la parte didáctica. “La marcha de las letras” conforma un medio muy interesante para trabajar tanto la escritura, como la oralidad, mediante la música y los usos de la misma. Por lo tanto, teniendo en cuenta los contenidos que trabaja la canción, está dirigida al segundo ciclo de Educación Infantil, poniendo el énfasis en el primer curso. El grupo de tres años puede sacar el mayor provecho de esta situación, pues es aquí cuando empiezan a aprender las vocales.

Como toda situación de aprendizaje, sigue unos objetivos didácticos y unos saberes básicos, extraídos de la Orden EFP/608/2022, de 29 de junio, por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de la Educación Infantil en el ámbito de gestión del Ministerio de Educación y Formación Profesional. A través de los objetivos, se busca conseguir que el alumnado sea capaz de relacionar el grafema de las vocales con su sonido correspondiente, diferenciar entre las vocales abiertas y cerradas, expresarse corporalmente junto con la música, relacionar las mayúsculas con las minúsculas y, por último, construir palabras usando las diferentes vocales. En cuanto a los saberes básicos, se han sacado del Área 3: “Comunicación y representación de la realidad”. Estos saberes tienen que ver con la intención e interacción comunicativa; las lenguas y sus hablantes; comunicación verbal oral; etcétera. Sin embargo, el principal de estos es el de “El lenguaje y la expresión musical”, pues es el eje central de esta situación de aprendizaje.

Asimismo, hay que tratar la tipología que siguen las actividades que se propondrán en el siguiente párrafo. Al haber una variedad de actividades, es posible distinguir entre varios tipos de las mismas. El primero es el de audiopercepción, volcando su importancia en la audición de la canción y en la distinción de las cualidades sonoras. Siguiendo con la expresión vocal, es posible visualizarla en el momento en el que cantan todos juntos o, por otra parte, al representar la forma en la que se debe poner la boca para pronunciar las vocales. Por último, están las de expresión corporal, presente en el movimiento hacia la pizarra y las palmadas al identificar las vocales.

Pasando al núcleo de toda situación de aprendizaje, las actividades se llevarán a cabo a lo largo de dos sesiones diferentes, dividiendo las diversas tareas entre ellas. La duración de cada una será, aproximadamente, de unos treinta minutos. Aún así, es posible que esto no se cumpla, ya sea porque se pasen del tiempo establecido o porque no alcancen el mismo, por lo que esto solo es orientativo.

La primera sesión está orientada a la introducción de la canción “La marcha de las letras”, así como a las vocales. La primera actividad es la asamblea, en la que el alumnado escuchará la canción varias veces. Una vez se haya hecho, habrá una lluvia de ideas al respecto, pudiendo saber cuáles son sus conocimientos previos. Después, se pasará a la segunda actividad, denominada “Vocales a través del cuerpo”. Aquí, el docente pondrá tarjetas con las vocales en la pizarra, mientras nombra alguna de ellas. Entonces, el alumnado que sea escogido por el maestro tendrá que dar una palmada en la tarjeta que contenga la vocal recitada por el profesor. La última actividad de esta sesión, llamada “Escuchando vocales”, se basará en la invención de una canción por parte del docente, en la que se encontrarán las cinco vocales. La letra y el ritmo serán sencillos, por lo que el alumnado podrá aprenderla sin mucha dificultad. De este modo, cuando el docente les pida que la canten ellos, tendrán que hacerlo diciendo sólo las vocales que se integran en la misma.

La segunda sesión se centra en el acercamiento a las vocales abiertas y a las cerradas, esperando llegar hasta la diferenciación de ambas y su aprendizaje. Para lograrlo, se plantean dos actividades. La primera, titulada “¿Tarjetas abiertas o cerradas?”. A lo largo de esta tarea, el profesorado empleará distintas tarjetas, en las que se muestran unas bocas que están haciendo diferentes gestos, que son los que hay que seguir para poder pronunciar las vocales. Mediante esto, los niños y las niñas serán capaces de comprobar cómo hay que hacerlo, pudiendo, a su vez, percatarse de cuáles son las vocales abiertas y cuáles son las cerradas, pues se ve claramente en las formas de la boca. 

La segunda y última, denominada “¡Interpretemos la canción!”, se basará en, como indica el nombre de la misma, la representación de la canción “La marcha de las letras”. Se pondrá la música, parando el audio cuando se llegue al punto en el que se pronuncian las vocales. En ese momento, tendrán que ser ellos mismos los que las digan, teniendo en cuenta lo aprendido en las actividades previas.

Por otro lado, los materiales que se han de utilizar para poder poner en práctica dicha situación de aprendizaje se pueden dividir en tres clases. Los recursos materiales contienen la pizarra, las tarjetas y el altavoz; los recursos humanos son el docente y el alumnado; mientras que los recursos espaciales hacen alusión al aula de Educación Infantil, ya que es el lugar en el que se desarrolla. Todos y cada uno de ellos son fundamentales para ponerla en práctica, ya que, si falta alguno de ellos, las actividades como tal carecerán de sentido.

Para finalizar con la situación de aprendizaje, es necesario realizar una evaluación en la que queden registrados si esos saberes, objetivos y competencias desarrolladas mediante las actividades se han conseguido desarrollar en los infantes. Por lo tanto, se realizará una evaluación continua, global y formativa, en la cual se detecten tanto los conocimientos construidos, como las limitaciones o fortalezas que han ido apareciendo a lo largo de todo el proceso educativo. Al mismo tiempo, todo ello quedará recogido mediante una escala de estimación, a través de unos items valorativos.

¿Os ha resultado útil el post? Esperamos que sí, pues las situaciones de aprendizaje están a la orden del día y es muy importante que todos seamos capaces de controlarlas, así como de adaptarnos a las distintas temáticas que pueden seguir. Para despedirnos, os dejamos un vídeo de la canción que se ha tratado en las actividades.

¡Hasta nuestra próxima entrada!

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