Nos adentramos en el mundo de la danza

 ¡Hola a todos y todas! Os damos la bienvenida a una nueva entrada de nuestro blog.

La música posee gran importancia en la etapa de Educación Infantil tanto a nivel emocional como cognitivo, debido a que la música ayuda a expresar y transmitir los sentimientos y emociones que tanto cuesta manifestar con palabras. Dentro de la música, se encuentran diversos tipos de expresión artística, entre las cuales podemos encontrar la danza. Esta aporta numerosos beneficios al desarrollo integral de todo el alumnado y, a través de ella, se pretende llegar a adquirir diversas habilidades y conocimientos como la expresión corporal, el ritmo o la coordinación de los diferentes movimientos que se llevan a cabo.

Es por ello que esta semana venimos a mostraros la danza de un vals, en concreto “Les Toreadors” de la ópera “Carmen” de Bizet, escrita por Alexandre-César-Léopold Bizet, conocido popularmente como Georges Bizet. Asimismo, a continuación trataremos numerosos aspectos relacionados con esta danza que les serán de gran interés.

Muchos de vosotros os preguntaréis, ¿qué es un vals? Un vals es un tipo de danza de origen alemán surgido en el siglo XII, el cual se caracteriza o reconoce por su ritmo lento, especialmente conocido como “baile de salón” donde las parejas bailan al son de la música efectuando giros. Algunos vals muy conocidos son “El Danubio Azul” de Johann Strauss, “Vals de las Flores” de Tchaikovsky, “Les Toreadors” de Georges Bizet, entre otros.

La actividad irá destinada al último curso de infantil perteneciente al segundo ciclo o, en otras palabras, a los niños y niñas de cinco años y, en ella, se trabajarán las tres áreas del currículo. Para la realización de esta actividad, el primer paso será escuchar la canción anteriormente expuesta y conocer algunas características de la vida del autor. Más tarde, la docente les irá mostrando los pasos que contiene cada parte de la obra y una vez adquiridos, se procederá a la recreación completa de la danza. 

Por otro lado, para la creación de nuestra coreografía hemos empleado pasos bastante sencillos, tales como el trote anclados en el mismo espacio y moviendo a la vez los dos brazos, alternando el levantamiento de brazos y las palmadas cuando la música lo marca; nos ponemos en fila y alzamos los brazos hacia un lado y después hacia el otro, seguido de este bajamos y subimos levantando los brazos al mismo tiempo; después, damos golpes en diferentes partes del cuerpo mientras nos vamos acercando al compañero/a que tenemos enfrente, juntamos las palmas de las manos y bailamos lentamente hacia un lado y hacia el otro, realizando dos vueltas cuando cambie la melodía; más tarde, nos ponemos las manos en las caderas y elevamos la pierna derecha hacia la izquierda y la pierna izquierda hacia la derecha; y, por último, nos disponemos a formar un círculo y mientras suena la música nos vamos desplazando subiendo y bajando cruzando las piernas. Destacar que debemos seguir en todo momento el ritmo de la música y mantener la coordinación con el resto de integrantes.

Nuestro objetivo al llevar a cabo esta actividad es desarrollar el ritmo, el equilibrio y la coordinación por medio de los movimientos corporales, fomentar la concentración, la memoria y la escucha activa, favorecer el trabajo en equipo y mejorar la expresión corporal. 

Refiriéndonos a la tipología de esta propuesta, se pueden diferenciar tres tipos: la actividad de audiopercepción, la cual se produce al escuchar la canción; la actividad de expresión, al realizar los distintos movimientos corporales; y la actividad de representación, habituándose a los códigos musicales. 

En cuanto a los materiales que necesitaremos para realizar dicha danza, serán simplemente un ordenador y un altavoz. Para finalizar, en relación a la vestimenta, decidimos ponernos unos pantalones negros y camisetas blancas y negras, tres de cada color, no coincidiendo con nuestra pareja de baile.

Para concluir, os dejamos un vídeo donde podéis visualizar la coreografía que hemos elaborado de la canción “Les Toreadors”.

¡Nos vemos la semana que viene!